"ROGER RABBIT". Colección de cuentos para niños y adultos, Nº 1 por Suna

"ROGER RABBIT",

                                     A Marc Chagall

por Suna

Nací en un tiempo de rosas y morí el día de mi resurección.

Salgo de mi sombrero cada sábado a las cinco para haceros sonreír.

Como ya habréis imaginado, vivo en una compañía errante.

Nací en el campo como todos los míos.

Soy blanco como el armiño y, aunque he vivido libre en los Urales, ahora soy un prisionero.

Ya no lo recuerdo bien pero dicen que, en estado salvaje, vivía en madrigueras.

Entonces debí conocer a mi amigo. 

Vivíamos en las mismas montañas, pero no nos habíamos visto nunca antes . Un día, mi amigo vino jadeante y herido a nuestro bosque. Nos avisó del fuego. Yo era un "lupus canículus" y él un hermoso chacal. Huimos juntos.

Corrimos todo el día y toda la noche. 

Él nos guiaba evitando el camino más corto que nos libraría del fuego pero que nos hacía vulnerables a los hombres. Cuando el cansancio me hizo temer mi propia muerte me detuve junto a un río. El bosque estaba arrasado por las llamas.

Traté de convencerle para que nos quedáramos a descansar allí puesto que el peligro del fuego había pasado, pero él temía más a los hombres que a la muerte. A la mañana siguiente, me desperté cerca del poblado. Mi amigo ya no estaba.

No había vuelto a verle hasta hace unos años. Al principio tardé en reconocerle. Mi amigo se había convertido en un niño de ocho años. Se llamaba Chagall. Había nacido de nuevo en una humilde familia judía. Sus padres le habían traído a nuestro circo y cuando me vio salir de mi sombrero de copa me reconoció.

Me contó que lo último que recordaba era el aire azul de las montañas, el bosque devastado por el fuego bañado por la luz de la luna y el dulce olor de su sangre.

Solía venir a visitarme y me hablaba de su nueva vida. Decía que no era capaz de instruirse o, mejor dicho, que nadie podía instruirle y que por eso era un mal alumno en la escuela municipal. "No capto nada que no sea por instinto", decía. La teoría escolar no tenía influencia alguna sobre él.

He sabido por los periódicos que viajas mucho, que pasas grandes penurias económicas y que sólo te gusta pintar. En la foto de la prensa salía nuestro circo en uno de tus cuadros. Yo ya estoy viejo y cuando llegue el día esperado de mi muerte sé que en mi próxima vida sólo debo temer una cosa: vivir domesticado"

                                                                                           Suashadow, 1997